"Solamente aquél que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado." FRIEDRICH WILHEM NIETZSCHE


miércoles, 28 de abril de 2010

Because Nothing Else Matters

Para ti, niño triste, para que no cambies nunca...


Esta canción es mucho más que una canción para mi. Lo fue desde la primera vez que la escuché hace ya mucho tiempo, lo sigue siendo hoy y pienso que lo será para siempre. Cuantas veces habeis sentido que la letra de una canción es exáctamente lo que quieríais decir, cuantas veces han puesto letra a lo que pensais, a lo que no podeis decir... Cuantas veces...

Esa es la magia de la música. Todo lo que explica y hace sentir una canción, todo lo que refleja, todo lo que emociona. "Nothing Else Matters" puso letra a mi manera de pensar, de ver y entender las cosas hace ya mucho tiempo. Y desde entonces ha ido acumulando historias, personas y lugares. Me gusta pensar que esos mismos acordes han ido viendo mi vida pasar, con todo lo que eso implica. Haciéndome disfrutar en muchos momentos, pensar en tantos otros y aliviando un poquito el dolor en otros tantos malos ratos. Una canción, unos acordes y una letra unida ya para siempre a mi.


Y es que hoy, aunque parezca extraño, me hago un poquito más mayor. La verdad es que no me importa mucho, especialmente cuando todavía veo esta foto y me veo reflejado en los ojos que se esconden tras esas viejas gafas. Si alguna vez el niño triste tuvo cara, podría haber sido ésta perfectamente. Y el hecho de que pase el tiempo y, como decía, siga viéndome reflejado en sus ojos, en mis propios ojos de niño, no hace sino confirmar que soy lo que quiero ser... & Nothing Else Matters.

Un niño cualquiera.

martes, 27 de abril de 2010

Imaginando...



Creo que puedo imaginar un mundo sin sol. Sé perfectamente que eso es algo imposible, pero mi mente de niño es perfectamente capaz de proyectar ese inimaginable paisaje en el fondo de mi retina. Hasta hacerlo tan creíble como la mismísima realidad. Creo que puedo, pero estoy seguro de que no quiero. Porque no merece la pena perder el tiempo en un sueño así, sabiendo de antemano como sabemos, que es éste, única y exclusivamente éste, nuestro bien más preciado. Aunque muchos no sean capaces de entenderlo, imaginarlo o recordarlo; curiosos sinónimos estos tres por una vez...

Y, sin embargo, no podría imaginarme un mundo sin luna. Decían hace ya muchos muchos años que la luna y los niños mantenían una relación difícil de explicar; una fascinación mutua alimentada por historias, cuentos y leyendas a lo largo y ancho de este mundo que habitamos desde entonces. No podría y tampoco quiero. Llamadlo capricho si quereis, llamadlo tontería o necesidad. No todo puede explicarse, no lo intenteis. Los niños lo sabemos bien, pobres adultos ignorantes, lo siento por vosotros, de verdad, porque no sabeis todo lo que os perdeis.

Un niño cualquiera.

martes, 20 de abril de 2010

De Siempres y Nuncas




"Because I want it now
I want it now
Give me your heart and your soul
And I'm not breaking down
I'm breaking out
Last chance to lose control

And I want you now
I want you now
I'll feel my heart implode
And I'm breaking out
Escaping now
Feeling my faith erode"


Lo reconozco, a veces me puede el peso de las sensaciones del niño triste. Aunque no haya ningún motivo, ni aparente, ni escondido en mis propias sombras. Que cada uno tiene las suyas...

Y es que yo siempre he sido hasta dolorosamente independiente, que no solitario, aunque en éste, mi propio caso, también podría ser. Ni yo, ni el mismísimo niño triste hemos tenido nunca miedo a la soledad. Es más, siempre hemos sabido disfrutar de ella. Y, en consecuencia, nunca hemos sentido necesidad de nadie. Y digo nadie conscientemente, que sí de mil cosas, de mil elementos; desde la lluvia hasta la música, pasando por el mar o por el verde de mi tierra...

Ahora que muchas cosas están cambiando, poco a poco y para bien, he descubierto, por sorpresa, en mis propios pensamientos esa sensación y detrás de ella, ese miedo. Por suerte, ni soy tonto ni un enfermo y aunque no deje de ser un niño, soy capaz de entenderme a ratos (que ya es mucho decir...).

Soy capaz de entender que te has hecho hasta demasiado importante. Que ahora el niño triste necesita de los ojos de la niña rubia que llevas dentro para estar contento, para sacar de ellos la energía necesaria para continuar su guerra contra la realidad. Y soy capaz de entender que tenga miedo de perderte, miedo de que tú no le necesites como él a ti... Aunque siempre piense en seguir luchando y soñando. A fin de cuentas, algo bueno tenía que tener la locura... y la mala memoria.

Un niño cualquiera*.

*(contento, qué más hace falta? qué necesitas? ;)

domingo, 18 de abril de 2010

Soñar Volando...

... o volar soñando, como tantas otras veces no lo tengo claro... Y la verdad es que si me tocara elegir entre las dos, no sabría con cual quedarme. Seguramente, dice el niño triste, si no puedes elegir puede ser que las dos opciones sean buenas, o que el ideal sea una mezcla de las dos o quién sabe... Claro, que si hay que mezclar... qué mejor que unos versos...




He soñado nuestra sombra más allá del cielo,
para que no te ciegue el sol mientras volamos,
para que puedan jugar con ella tus manos,
y las mías... perderse más allá de tu pelo.

Olvidemos pasados y futuros lejanos,
para y por vivir día a día lejos del suelo,
que nace en tus ojazos dormidos nuestro vuelo,
hacia el sueño... que nosotros mismos dibujamos.

Y que vuele nuestro sueño por valles y montes,
calles y ciudades, que mis ojos nunca te mienten
porque quieren soñar y volar contigo a diario.

Y que recuerde tu sonrisa de niña siempre,
que el cielo no tiene límite aunque el horizonte
se empeñe en decirles a tus ojos lo contrario.



Un niño cualquiera.


PD: He perdido el paréntesis, no sé dónde lo he dejado. Si es que soy un desastre, si alguien lo encuentra, es mío, guardadlo. Ahora que lo pienso... creo que lo perdí en tus ojazos, o en tu sonrisa, o en tus sábanas, o se me cayó desde la terraza... Da igual, niña rubia, ya no me hace falta!

miércoles, 14 de abril de 2010

Tu, El Cielo Y El Mar



"...Y mira que yo soy más de volar, pero contigo me siento como pez en el agua..."

Yo también, pero es que a veces el mar y el cielo se parecen tanto... sobre todo... si se miran con los ojos apropiados...


Peleaban el mar y el cielo por abrazarte,
mientras el niño triste en la orilla sonreía,
recitándole en voz alta a la luna su poesía,
susurrando al viento que soñaba con besarte.

Entre el humo, pasó la noche y llegó el día,
volviste, miniña, a nuestra playa a bañarte,
dejé de ser el niño triste con mirarte,
y cielo y mar entendieron que eras casi mía...

Y allí, felices, no hizo falta más lenguaje,
que compartir sonrisas, abrazos y besos;
miradas, sueños y atardeceres perfectos.

Y allí, aquel día, te escribí estos versos,
cuando dejamos de ser dos, y entre olas salvajes,
nos fundimos, en el más hermoso de los paisajes.



Un niño cualquiera.