"Solamente aquél que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado." FRIEDRICH WILHEM NIETZSCHE


martes, 23 de marzo de 2010

Soñando En Verde


A veces, que un día sea inolvidable, es algo en lo que podemos influir, es algo que podemos, incluso, atacar. Y es que muchas veces, sin que ni lleguemos a ser conscientes, nuestros propios ojos, nuestros sentidos, pueden hacer que nos levantemos de la cama sonrientes (aunque hoy, por desgracia, no esté a tu lado) y con ganas de afrontar ese nuevo día en concreto y la vida en general... con los ojos apropiados. Con ganas de afrontar lo que venga y con una sonrisa por bandera, que será, seguramente, la mejor de las banderas. Por lo menos eso piensa el niño triste...

Y dentro de esos mil detalles que nosotros mismos permitimos que influyan, algunos son hasta sencillos. Y más que probablemente, en esa sencillez nace su magia y su influencia. Como echarte de menos entre las sábanas o despedirte al marchar. Como leer una nota o un mensaje al despertar. Como desayunar pastel de arroz. Como... salir del portal y que el semáforo camino del metro esté en verde. A fin de cuentas, ese era mi color, no?

Así que aquí te dejo un regalo. De los que más nos gustan, de esos intangibles que se hacen por el momento y sirven para siempre. Para que sonrías al empezar el día... y el día te devuelva la sonrisa. Por lo menos hasta que pueda ser yo mismo el que te la robe. ¿Sabes que me encanta?




Un niño (triste) cualquiera.


PD: He releído algunas de las entradas de este blog y he disfrutado de nuevo tantas cosas... como un niño pequeño. Mejor dicho, como el niño pequeño que soy. Como los niños pequeños que somos. Ojalá eso no cambie nunca.

3 comentarios:

  1. Dejo mi sonrisa junto a la tuya. Si releo en mi blog, seguro que me has arrancado más de una a mi también.
    Muxus...niño.

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  2. A mi me encanta todo lo que escribes niño,
    se te echa de menos..
    los niños inquietos como tu son los mejores

    un besazo de Cora

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  3. Pues que no se pierda esa sonrisa, ni esos días ni nada de lo bueno niño, a ver si desaparece ya el paréntesis...

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