Guardé mi alma en un bloque de hielo,
Robó mi vida el difunto pasado,
A veces vivo, siempre cansado,
Cerré los ojos y olvidé el miedo.
Indicándome el nuevo camino,
Arriba, muy arriba, estaba la luna,
Se asomaba a mirar mis locuras,
Padeciendo conmigo lo vivido.
Ofreciéndome su amor me mató,
Resucité y sólo vivo para verla;
Triunfó la revolución con ella.
Otra vez miro sus ojos, esas perlas
De mar que hacen que en mi corazón,
Otra vez brille contenta mi estrella.
Tengo su imagen en sueños perdida,
En mi alma para siempre su figura;
Queriendo cada día alcanzar mi luna,
Unas veces soñada y tantas querida.
Indigna acompañante de la lluvia,
Es esta, mi pluma ensangrentada;
Recurrida ya mi voz cansada,
Oigo, esta vez, la alegría de la suya...
Robó mi vida el difunto pasado,
A veces vivo, siempre cansado,
Cerré los ojos y olvidé el miedo.
Indicándome el nuevo camino,
Arriba, muy arriba, estaba la luna,
Se asomaba a mirar mis locuras,
Padeciendo conmigo lo vivido.
Ofreciéndome su amor me mató,
Resucité y sólo vivo para verla;
Triunfó la revolución con ella.
Otra vez miro sus ojos, esas perlas
De mar que hacen que en mi corazón,
Otra vez brille contenta mi estrella.
Tengo su imagen en sueños perdida,
En mi alma para siempre su figura;
Queriendo cada día alcanzar mi luna,
Unas veces soñada y tantas querida.
Indigna acompañante de la lluvia,
Es esta, mi pluma ensangrentada;
Recurrida ya mi voz cansada,
Oigo, esta vez, la alegría de la suya...
Un niño triste cualquiera.
Seguro que ella también...
ResponderEliminarLa imagen. Una pasada.
ResponderEliminarLa poesía. Una delicia.
Un vídeo impresionante. Ya se sabe, la realidad siempre supera a la ficción. El hombre es capaz de llevar a cabo los peores actos, pero menos mal que siempre nos quadará la otra cara de la moneda, y así como existe la guerra y la destrucción, también existe la gran esperanza que queda tras las humanidad que crea belleza, arte y poesía. Buena selección para este post. Un abrazo desde Canarias
ResponderEliminar