"Solamente aquél que construye el futuro tiene derecho a juzgar el pasado." FRIEDRICH WILHEM NIETZSCHE


viernes, 14 de mayo de 2010

Hitzek Min Hartzen Duten Tokia




Hoy me he dado cuenta de que hace ya más de cuatro meses que empecé a escribir en este rincón. Madre mía, a veces asusta lo rápido que pasa el tiempo (dicen que sobre todo cuando todo va bien, lo que, por otra parte, me hace pensar...). Y resulta, que todavía no he explicado el título que elegí entonces para encabezar estas líneas, esas palabras que ve todo el mundo que entra aquí y que para muchos no deben tener ningún significado. Esas palabras forman, en euskera, la lengua de mi tierra, una expresión que me resulta especialmente hermosa pese a sonar triste. Literalmente sería algo así como El lugar donde las palabras se hieren, se lastiman, sufren... Porque las palabras están vivas para aquellos que somos capaces de leerlas... con los ojos apropiados.

Y miro atrás, desde la primera entrada, y soy capaz de disfrutar de cada sensación, de cada frase, de cada imagen y de cada canción. Algo tendrá que ver también mi mala memoria. Y tengo claro que me queda mucho por decir aquí todavía, aunque la constancia nunca haya sido una de mis virtudes, ni cuando era niño, ni ahora que lo sigo siendo. Que no me cansaré de repetirlo. Si no... para un momento, cierra los ojos, olvídate de todo y piensa... ¿Reconoces en el fondo de tus ojos, escondido entre tus gestos al niño que fuiste? ¿puedes ir más allá y reconocerte a ti mismo que lo sigues siendo? ¿te gustaría?

Y los adultos me diréis que no se puede ser niño siempre, que el tiempo y la vida te obligan a crecer. A mi no me engañáis y al niño triste tampoco. Hemos vivido demasiado para saber que eso son sólo excusas. Ser niño es una actitud frente a la vida, frente a todo lo que venga o elijamos. Una manera de entender el mundo que nos rodea, de disfrutarlo todo, lo bueno y lo malo, cada instante, cada detalle... Y, hayáis entendido o no todo esto, pensad un segundo en la última vez en que os sentisteis así y decidme... si erais felices. Y... ¿no es ése el principal, casi el único objetivo de vivir? y vivir... ¿no es, físicamente... crecer? Así que pobres adultos ignorantes, lo siento por vosotros, de verdad, porque no sabéis todo lo que os perdéis...

Recuerdos desde el Norte,

Un niño triste cualquiera.


(pensando en colocarse cuatro ruedas, o montarse en un tren, y escapar un par de días, sin rumbo y en compañía)

No hay comentarios:

Publicar un comentario