Bienvenidos A Mi Mundo

Nace aquí una nueva aventura, un nuevo lugar para ir amontonando las palabras, los gestos, las imágenes y las melodías de los próximos tiempos. Y es ésta, si no recuerdo mal (con mi mala memoria nunca se sabe), mi tercera bienvenida. Algunos de los ojos que sé se esconden al otro lado de la pantalla de mi portatil, han conocido esos anteriores rincones; quizá con otro nombre pero con las mismas intenciones, con la misma pasión que siempre ha acompañado mi manera de observar, entender y disfrutar cada instante que nos toca vivir, cada paso que da el mundo, nos guste o no, seamos conscientes o no. Nunca se ha parado a preguntar y ahora tampoco lo hará. No se puede ser tan importante y algunos... algunos tampoco queremos serlo.

Quiero contaros, antes que nada, que el niño triste ha muerto. Que nadie se entristezca ni se engañe; sigue a mi lado, con sus cosas, con sus preguntas y sus opiniones. Con sus risas y sus enfados. Espero que para siempre, porque sé que su imagen es el claro reflejo de quién soy realmente y, en buena parte, de lo que quisiera seguir siendo y de lo que me gustaría ser. Pero sus ojos han cambiado de actitud, de punto de vista, consecuencia de todo lo vivido en los últimos meses y de verse en otros ojos como seguramente no se había visto nunca. Algo imposible de traducir en palabras hasta para él, pero que ni ha podido ni ha querido disimular y que nosotros, los que compartimos con él mucho más que el día a día, hemos notado, sufrido, disfrutado y celebrado al mismo tiempo. Algo tan mágico como extraño, como no podía ser menos tratándose de quien firma estas líneas.

Aquellos niños y aquellas niñas que me reconozcan entre las palabras, capaces de leer entre líneas, reconocerán en este nuevo rincón pedacitos del pasado. Espero seais capaces de volver a disfrutarlos y espero también que me lo perdoneis, ya sabeis que soy un niño inconstante y caprichoso. Para ellos y para todos los demás... bienvenidos a mi mundo. Será un auténtico placer compartirlo con cualquiera que sea capaz de mirarlo... con los ojos apropiados.

Recuerdos desde el Norte,

Un niño cualquiera.